Apostar por un menú sano en otoño y una dieta equilibrada adquiere una importancia estratégica. Se van a producir cambios bruscos de temperaturas que harán que nuestro sistema inmunológico pueda sufrir, por lo que hemos de potenciar nuestras defensas y para eso hemos de aumentar el consumo de frutas y verduras frescas.
Debemos intentar incluir en nuestro menú semanal carnes blancas, como aves de corral, pavo, pollo, pato, etc, y aumentar el consumo de pescado y mariscos.
Debemos limpiar el cuerpo de toxinas, por lo que cobran importancia especial la fibra, debemos consumir pan, pasta y arroz integrales, cereales integrales, salvado, avena etc.., así mejoraremos el tránsito intestinal y ayudaremos a depurar sustancias tóxicas.
Entre los alimentos de la temporada destacan los siguientes:
- Champiñones: Tienen gran cantidad de vitaminas y minerales como magnesio, selenio y cobre y vitaminas del grupo B. Puede ser usado como guarnición, en cremas o incluso en ensaladas.
- Uvas: rojas, negras o verdes, son una fruta propia de otoño y un alimento importante para cuidar nuestro corazón, debido a sus propiedades antioxidantes es un alimento antienvejecimiento.
- Peras: de octubre a diciembre. Por su bajo aporte calórico y su riqueza en fibra, potasio y vitamina E, lo hacen ser un alimento ideal en nuestra dieta y además ayudan a controlar los niveles de colesterol.
- Calabaza: es un alimento indispensable en otoño, contiene gran cantidad de vitamina A y C, y se puede tomar a la plancha, en puré o crema, cocida…
- Coles de Bruselas: tienen una gran riqueza en fibra y además previenen la aparición de cáncer.
- Las naranjas y mandarinas: tienen vitamina C y propiedades antioxidantes que potencia nuestras defensas para prepararnos para los rigores del invierno.
- Los frutos secos proporcionan gran cantidad de vitaminas y minerales, debiendo estar presentes a nuestra dieta de otoño, pero hemos de recordar que es mejor consumir los que no sean fritos ni salados.
- Los frutos del bosque (endrinas, grosellas, arándanos), las moras y las frambuesas propias de esta época, actúan directamente potenciando el sistema inmune.
Pero si hay una fruta que destaca en otoño es la granada, rica en vitamina A, B, C, y con importante función depurativa, por lo que potencia las defensas y ayuda a controlar el colesterol. La podemos tomar entre horas, como postre o en ensalada.
En definitiva, un menú sano en otoño y en general para el resto del año consiste en intentar aumentar el número de tomas disminuyendo la cantidad que ingerimos en cada una de ellas. Es decir, hacer cinco comidas diarias.